Una pelota de playa gigante con la leyenda «Por favor no vuelvas nunca» ha sorprendido a locales y vacacionistas que atraviesan el puente del Estero El Salado. Se trata de la primera de una serie de intervenciones que el artista César Girón realizará en el área natural protegida.
Girón explica que la idea de combinar un ícono del esparcimiento turístico con una frase aparentemente hostil es incomodar al espectador y generar una reflexión respecto a los costos socioambientales del turismo como modelo de desarrollo en Puerto Vallarta.
«La economía turística nos abarca por completo, divide territorios para segregar a los visitantes con dólares de los trabajadores sin pesos; especula tanto que lleva a la construcción de hoteles, condominios, antros, casonas, únicamente para el disfrute de quienes no viven aquí»
«Vallarta crece de forma acelerada, sin planeación, sin cumplir las normas de construcción. Mientras los pobladores nos dedicamos a servir al visitante, mantenerlo alegre, alienado, cerca de la playa y lejos de los baches, para propulsar el crecimiento económico» de unos cuantos.
El puente es donde «al pasar descansan la vista y la mente los empleados de los hoteles de gran turismo, obligados a reverenciar huéspedes todos los días; dónde los niños esperan ver una iguana, una garza, o un cocodrilo en vez de camastros, espectaculares, o campos de golf»
«Nos incomoda que una pelota flote unos días, pidiéndonos no volver ¿Por qué no incomodarnos con la destrucción real del paisaje?». Es la pregunta con la que concluye el artista vallartense
Un desastre ambiental que pudo ser evitado
El desarrollo extractivista tiene consecuencias y a propósito de la obra, es importante recordar que en marzo de 2019 el Estero El Salado recibió una descarga de 175 mil m3 cúbicos de aguas negras luego de que colapsara el colector norte, afectando el 70 % de esta Área Natural Protegida.
Después de varios días de opacidad en los que se intentó romantizar publicamente la importancia del mangle como filtro para la contaminación, la comunidad se enteró de que no había sido un accidente sino una descarga intencional.
Transcendió que en 2018, un año antes del incidente, SEAPAL alertó a las autoridades del riesgo que representaba el colector y solicitó recursos urgentes para repararlo, mismos que en su momento le fueron negados.
Según expertos, el colapso del colector es resultado del desarrollo urbano desordenado y corrupto que ha sufrido el puerto en las últimas décadas bajo el pretexto de satisfacer la demanda de alojamientos temporales y segundas residencias para turistas de alto poder adquisitivo.
Afirman que la solución, además de respetar las leyes vigentes, está en implementar mecanismos de cáptura de plusvalía que permitan al ayuntamiento distribuir la riqueza e invertir en obra pública para garantizar el sostenimiento de los ecosistemas y sus servicios ambientales.
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