La tortuga Casquito de Vallarta (Kinosternon vogti) emerge de las charcas pantanosas y canales poco profundos durante las primeras lluvias. Cuando hay avistamientos, se le observa en los afluentes del río el Pitillal y arroyos de la delegación Ixtapa, en Puerto Vallarta.
Sin embargo, su hábitat se encuentra en una incertidumbre tal que podría abarcar un área de entre 20 km² o tan reducido como un estadio de fútbol. Faltan estudios para confirmar las dimensiones de su ecosistema.
Los científicos creen que su reino original comprendía al menos 300 km² en Bahía de Banderas donde hoy se levantan hoteles lujosos, barrios modestos, una marina y campos de golf. Bajo ese concreto, la tortuga vivía a sus anchas entre Jalisco y Nayarit.
En el estudio “Una nueva especie distintiva de tortuga de lodo del oeste de México”, publicado en 2018, los científicos alertaron sobre la falta de datos para determinar la ubicación exacta de por lo menos una pequeña población natural o del tamaño total de esta. Estas condiciones, registradas al inscribirse como nueva especie ante la Semarnat, le otorgaron el estatus de peligro de extinción.
Tortuga casquito Vallarta necesita una investigación que la salve de la extinción
“Se han visto o recolectado incidentalmente a mano menos de 20 individuos en los últimos 17 años, y solo se han observado 5 individuos desde 2013. No se sabe nada sobre la historia natural de esta nueva especie, y se necesita desesperadamente un trabajo de investigación”, advierte el estudio.
Desde 2019, investigadores del Departamento de Ciencias Biológicas del CUCosta trabajan en el proyecto “Ecología y conservación de la tortuga Casquito de Vallarta Kinosternon vogti”. Sin embargo, los esfuerzos se frustraron con el reciente robo de 55 ejemplares del Arca de Conservación, lo que pone en riesgo a esta especie protegida.
Sustrajeron 55 ejemplares del Cucosta
El reciente robo de 55 tortugas del Arca de Conservación Casquito de Vallarta del CUCosta de la UdeG puso en evidencia no sólo la posible existencia de una red de tráfico de especies, también el impacto del desarrollo inmobiliario en Puerto Vallarta en la conservación de especies.
El robo se perpetró en dos eventos distintos en el Arca de Conservación del CUCosta. En el primero, sustrajeron 40 ejemplares el 9 de diciembre de 2024, aunque la denuncia formal se presentó el día 24.
El segundo incidente ocurrió la madrugada del 13 de enero de 2025 cuando allanaron el recinto y se llevaron 15 tortugas más. En rueda de prensa, el responsable del proyecto de conservación de las tortugas del CUCosta, Armando Hiram Escobedo Galván, explicó que en el primer robo recibió a dos personas que se identificaron como inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).
A raíz del primer robo, se reforzaron las medidas de seguridad e instalaron cámaras de seguridad. Sin embargo, fueron insuficientes en el segundo evento pues los responsables rompieron la cerca perimetral y cortaron las cámaras.
Desarrollo inmobiliario arrasa con el hábitat de las especies: Jorge Téllez
Jorge Téllez López, rector del CUCosta, señaló que el delito podría ajustarse al tráfico de especies. El propósito sería venderlas como mascotas al mejor postor y trasladarlas por vía marítima, tema que deberán aclarar las autoridades pertinentes.
Sin embargo, los señalamientos del rector Téllez López se centraron en la transformación de la región por el desarrollo inmobiliario.
“La falta de ordenamiento en el cambio de uso de suelo es el problema número uno a nivel internacional en la pérdida de especies. Puerto Vallarta tiene mucho que hablar en ese tema que se da ilegalmente”.
La zona marina, explicó el rector, es una Región Marina Prioritaria por la CONABIO. Bahía de Banderas está clasificada como un área de alta biodiversidad como ballenas, delfines, mantarrayas, corales, entre otras especies que presentan alguna amenaza para la biodiversidad.
“Aunque tenemos un programa de ordenamiento marino que llega hasta la bahía, los planes de desarrollo de navegación o instalación de muelles no están basados en la importancia y relevancia, no sólo de una especie como la tortuga, sino de todas las que están presentes”.
Bahía de Banderas, de acuerdo con el listado de la CONABIO, presenta problemáticas en la modificación del entorno por la instalación de muelles, atracaderos y turismo, y daño al ambiente por embarcaciones turísticas.
Además, el sector turístico registra presión sobre la ballena jorobada y la recolección de especies exóticas. Los desarrollos urbano, agrícola, acuícola y minero no tienen la planeación adecuada.
Para Téllez López, el municipio de Puerto Vallarta carece de un ordenamiento ecológico territorial que la UdeG promueve a través del Programa de Ordenamiento Ecológico Local Participativo en Bahía de Banderas (POELPBB), y buscan que el cabildo lo apruebe.
PROFEPA pausa proyecto de investigación de UdeG
Tras los robos, la coordinación con la Dirección de Vida Silvestre de la Semarnat retiró a las tortugas casquito de Puerto Vallarta del CUCosta para su resguardo en un sitio más seguro, informó a través de un comunicado.
El proyecto de la UdeG estudiaba aspectos clave de las tortugas, pues se trata de una especie poco conocida.
“La tortuga es una especie estacional y para estudiarla, dependemos de las lluvias para que salga del proceso de estivación (periodo de inactividad de sequías en zonas tropicales) en el que está”, dijo el líder de la investigación Escobedo Galván.
Hasta el 21 de enero, a una semana del atraco, el Arca de Conservación resguardaba al resto de tortugas que quedaron tras el robo. En el sitio se hacía investigación sobre la alimentación de las tortugas entre otros estudios para recabar información clave sobre hábitos y conductas.
“Para estudiar su proceso de ecología, cuánto crecen, qué tamaño tienen, a qué edad alcanza la época reproductiva, saber toda la biología para, después, desarrollar programas de manejo, esto es lo que se ve truncado”.