Nunca antes había reparado en la belleza e inmensidad de las parotas hasta que llegué a la Costa y me obsesioné con ellas. ¿Cómo no vas a obsesionarte con ellas? si son los árboles más fascinantes de la bahía, me dijo una amiga. Entonces decidí que valía la pena escribir de ellas.
Las parotas son árboles originarios de Mesoamérica que crecen en clima tropical y pueden alcanzar hasta 25 metros de altura. También se les conoce como huanacaxtle o guanacastle, concaste, sonaja y oreja de elefante. En Jalisco, está especie crece en la región Costa Norte y Costa Sur.
La parota como ornato y sombra
Guanacaste es una denominación proveniente de dos palabras del idioma náhuatl: quauh, árbol y nacastl, oreja, refiriéndose a la forma de su fruto, que recuerda una oreja humana.
La parota como alimento
La parota como especie maderable
El tercer y último servicio ecosistémico de la parota consiste en su capacidad maderable. Con ella se elaboran estos hermosamente aparatosos muebles rústicos que aunque se ven muy pesados y muy guerreros, encontré que en realidad se trata de «una madera blanda de consistencia esponjosa que tiene un mal sabor para las plagas».
La parota es una de las 12 especies recomendadas para Plantaciones Forestales en Jalisco, según el Programa Estratégico Forestal de Jalisco (2007-2030
Como sea, la parota es una madera codiciada y no siempre comercializada en regla porque #MéxicoMágico. Lamentablemente, la parota no forma parte de la lista de árboles protegidos por la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010) Colima es el único estado que la protege por decreto.
En el resto del país, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) puede echar mano de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS) y del Código Penal Federal que establece penas de uno a nueve años de prisión y de trescientos a tres mil días multa a quien «ilícitamente transporte, comercie, acopie, almacene o transforme madera en rollo, astillas, carbón vegetal, así como cualquier otro recurso forestal maderable, o tierra procedente de suelos forestales en cantidad superiores a cuatro metros cúbicos o, en su caso, a su equivalente en madera aserrada”. Sin embargo la Profepa reporta constantemente aseguramientos de hasta de hasta 30 Metros cúbicos de parota, como este del 2018 en la Costa Sur.
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