En Jalisco, se pierden 39 hectáreas de bosques tropicales cada año debido al cultivo de aguacate, agave y a los talamontes.
Si existen especies capaces de adaptarse al cambio climático, estas habitan en los bosques tropicales, explicó Antonio Mora Santacruz, profesor del Departamento de Producción Forestal, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la UdeG: «Estudios ecofisiológicos que estamos realizando en la costa nos hablan de una adaptación impresionante de las especies, si no todas, muchas sí podrían resistir porque hay que recordar que estos bosques surgieron ante condiciones de incremento de temperatura y disminución de lluvia«.
En Jalisco, los bosques tropicales se encuentran en los municipios de Puerto Vallarta, Cabo Corrientes, Tomatlán, San Sebastián del Oeste y Cihuatlán. A pesar de su importancia biológica, los bosques tropicales son ecosistemas altamente frágiles que actualmente están siendo asediados por el cultivo de aguacate y agave, y también por los talamontes que extraen especies protegidas como la parota o el tampicirán, en total impunidad.
Extracción ilegal de tampicirán, un secreto a voces
En los pueblos de la Costa es un secreto a voces que nunca está de más contar a los forasteros curiosos: dese hace años, grupos criminales entran en cualquier terreno, a cualquier hora del día para llevarse los árboles que necesiten. Al finalizar el recorrido los comuneros o dueños de los predios tienen dos opciones: aceptar la compensación económica que se les ofrece por el daño a su alambrado y por la madera que se llevan, o quedarse con un alambrado roto y los bolsillos vacíos. Hay especial interés en el tampicirán, una especie altamente valorada en China para elaborar artesanías y maderería fina.
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En el Día Internacional de la Preservación de los Bosques Tropicales 2023, especialistas de la Universidad de Guadalajara urgieron a las autoridades federales y locales a proteger los bosques tropicales, puesto que son los ecosistemas que podrán resistir mejor los efectos del cambio climático y el calentamiento global, debido a su capacidad de aguantar grandes periodos sin lluvia y absorber dióxido de carbono (CO2).
Los bosques tropicales pueden aguantar entre cinco y ocho meses del año sin lluvia y altas temperaturas, un escenario similar a lo que se prevé en los próximos años.
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, 62 por ciento de la superficie de Jalisco en 2013 era de tipo forestal, mientras que 40 por ciento tenía vegetación tropical, aunque esto tendría que ser actualizado, pues la tasa de deforestación es de cerca de dos por ciento anual, es decir, que la tala y los aprovechamientos ilegales acaban con 39 mil hectáreas cada año.
“En los últimos años se ha visto más vulnerable este tipo de bosque; hay una tendencia de que tanto en los bosques tropicales como los templados hay una presión muy fuerte sobre lo agrícola y agropecuario; vemos en los bosques templados cómo está creciendo la frontera por el establecimiento de las huertas de aguacate, muchas áreas con cultivo de agave para el tequila; en la Costa de Jalisco por mucho tiempo lo ganadero le ha ganado mucho terreno”, explicó.
“Los más vulnerables han sido los bosques. La frontera agropecuaria y agrícola le gana terreno a la selva y al bosque, y falta mucho trabajar en aplicar la normatividad para proteger parte de estas áreas; son zonas sujetas a mucha presión, para cultivos agrícolas y desarrollos de otros tipos. Se ha observado que en los hábitats fragmentados, el flujo de flora y fauna sí son afectadas, disminuyen, son más vulnerables. No dudo que sí tengan efectos a corto, mediano y largo plazos esta disminución de hábitats en la funcionalidad de los ecosistemas”, afirmó Mora Santacruz.
Servicios ambientales de los bosques tropicales
- Son proveedores de agua a las comunidades y espacios para la absorción de agua de lluvia.
- Capturan el CO2 generado por la actividad humana e industrial.
- Ofrecen especies maderables y hasta un centenar de especies de hojas, frutos, resinas, fibras, ceras y hongos, que son usadas en la construcción, artesanías, gastronomía y medicina tradicional.
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