Las interacciones negativas entre humanos y cocodrilos pueden considerarse naturales pues estos reptiles habitan la Bahía de Banderas (que comparten Jalisco y Nayarit) desde hace millones de años, recuerda Armando Rubio, miembro fundador de SOS Cocodrilo que estudia y protege esta especie desde 1998.
“No es un evento extraordinario, es algo natural. Los cocodrilos sí van al mar, sobre todo en temporada de lluvias que crecen las corrientes de los ríos. Van y vienen, sobre todo en la noche que se movilizan para cazar. El humano no está en su dieta, sin embargo si se atraviesa en su camino puede suscitarse algún accidente”.
El experto puntualiza que de 2018 a la fecha, se han registrado 5 interacciones negativas, estas corresponden a turistas extranjeros que ingresaron al mar pese a la señalética y banderas que indicaban la presencia de cocodrilos. De acuerdo con el análisis de SOS cocodrilo (con base en las heridas y puntos de presión), se trató de mordidas defensivas: “ Se metieron en la noche, en estado de ebriedad, ignorando las indicaciones de la autoridad y al estar nadando lo patearon y la mordida fue más bien una advertencia y siguieron su curso”
El cocodrilo es una especie vulnerable
Anteriormente el Cocodrilo de Río o Americano podía ser cazado con total tranquilidad pero esto cambió en 1970 cuando se puso en marcha la veda; mientras que en 2010 ingresó a la lista de especies con protección especial, la NOM-059 por lo que agredirlos es un delito federal, explica el manejador de vida silvestre.
Contrario a lo que afirman algunos titulares amarillistas, no hay una “infestación” de cocodrilos; si bien se ha mantenido estable desde hace 30 años, actualmente hay 200 ejemplares en toda la bahía. Verlos como la mayor amenaza para el turismo también es desproporcionado pues de acuerdo con datos de la organización, durante 2020, por ejemplo en Jalisco se registraron 4,459 mordidas de perros a humanos y solo 1 de cocodrilo, en el municipio de Tomatlán. “Las estadísticas muestran que es muy poco probable que un cocodrilo te muerda y para evitarlo simplemente debes seguir indicaciones de las autoridades”
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El turismo ha reducido y fragmentado su hábitat
Los cocodrilos han perdido el 90% de su hábitat pues en el año 1900 existían en la bahía 2, 500 hectáreas de humedales y hoy quedan solo 250. Esto aumenta las posibilidades de encuentro con un cocodrilo y la tensión social. “Estamos ocupando el hábitat de muchísimos animales; tenemos que estar conscientes que puede haber incidentes si no respetamos su espacio.
Finalmente, Rubio puntualizó que el cierre de playas cuando se detecta presencia de un cocodrilo es parte del protocolo nacional que implementan junto con Protección Civil estatal y municipal. “Mucha gente se asusta y piensa que no podrá disfrutar de la playa durante sus vacaciones, se trata solo de un cierre temporal para salvaguardar la integridad de la sociedad”.
Si te encuentras con un cocodrilo no lo alimentes y mantén una distancia de 15 metros
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