Las malas prácticas en la producción de la raicilla provocarían deforestación y contaminación del agua, advierte investigadora de la UdeG
La raicilla es el nombre que se da a dos destilados de agave del occidente de México: la de la Costa, que se prepara en los municipios de Cabo Corrientes, Tomatlán y Puerto Vallarta; y la raicilla de la Sierra que se destila al menos desde hace 300 años en Mascota y San Sebastián del Oeste.
El agave o maguey es una planta que habita el planeta desde hace al menos 4 millones de años y comprende más de 200 especies, 70 % de estas son endémicas a México.
Antes de raicilla, mezcal
Los humanos han interactuado con los agaves desde hace 10 mil años. Además de destilados, el agave también es alimento, combustible y material de construcción.
Aunque el maguey se caracteriza por habitar zonas áridas o semiáridas, algunas especies crecen en bosques de pino o de encino y en territorios costeros, lo que explica porqué «hay agaves y mezcales por todo nuestro país”. Antes de tener nombres específicos como tequila o raicilla, al conjunto de destilados de agave se les conocía simplemente como mezcal, “después, dependiendo del contexto social, fueron adquiriendo distintos nombres».
Coexistir en el occidente es prácticamente lo único que tienen en común la raicilla de la costa y la de la sierra, ya que se destilan a partir de agaves diferentes: “Son especies que proviene de historias evolutivas completamente diferentes. Los ambientes en los que crecen estas plantas son completamente diferentes: una en un bosque tropical caducifolio, un ambiente más seco, más caliente, más húmedo, y la otra en la sierra que es un clima más templado, con bosques de pino y encino».
Te recomendamos también Bosques tropicales: claves, para sobrevivir al cambio climático
Monocultivo, enemigo rampante de la diversidad agavera
Para preservar la riqueza biológica y cultural que representa el agave y sus usos para nuestro país, es fundamental entender que «no se trata solo de una la planta, sino de los ecosistemas que la sostienen» y evitar el monocultivo que implica una transformación completa del ambiente. Actualmente la mayoría (30) de los destilados en México se obtienen de poblaciones de plantas silvestres y alrededor de 5 son monocultivos.
El monocultivo representado en el famoso Paisaje agavero es como “apostar todas las fichas a una sola cosa. Se le ha llamado patrimonio de la humanidad a este desastre ambiental, y sí trae mucho turismo, trae mucha economía, pero habría que reflexionar hacia dónde se va esa ganancia y qué es lo que perdemos todos al transformar de una manera así el ambiente”.
La Dra. Dánae Cabrera dictó la conferencia La Ciencia detrás de la raicilla en el Centro Universitario de la Costa.
Trackbacks/Pingbacks