Biólogos y pescadores aprenden sobre el manejo de tortugas carey y monitorean su trayectoria en el oceáno pacífico.

La Red Carey Jal-Nay es un proyecto de investigación comunitaria que reúne a biólogos, buzos y pescadores en torno a la conservación de la tortuga Carey, una de las seis especies de tortugas marinas que anidan en las costas mexicanas, catalogada en peligro crítico de extinción.

La Red Carey tiene presencia en los municipios de La Huerta, Tomatlán, Cabo Corrientes y Puerto Vallarta, gracias a su vinculación con el campamento de Mayto, Gicoff A.C., el Grupo Tortuguero de las Californias y Fundación Careyes, explica el biólogo Luis Ángel Tello, quien junto con su colega Farid Zavala lidera los esfuerzos de la Red en la Costa Sur.

En entrevista, nos cuenta que si bien se han logrado avances en la conservación de la tortuga carey, «todas las condicionantes que la llevaron al borde de la extinción están latentes», recordando que fue ampliamente cazada en décadas anteriores con el fin de transformar su caparazón en artículos de consumo.

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Antecedentes de Tortugas carey en la región

Antes de conformarse la red, se tenían registros de anidación de tortugas carey en Costa Careyes y Punta Mita pero «eran pocas las anidaciones y además se sabía poco de lo que ocurría en el mar. Por eso estamos haciendo este esfuerzo para conocer qué es lo que está ocurriendo con las tortugas. Cada ejemplar que logramos obtener nos brinda demasiada información».

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Buceo y participación ciudadana

El corazón de esta red de monitoreo ambiental es la participación ciudadana de los buzos-pescadores de pulpo, ostión y langosta, pues con sus capturas amplian los alcances del programa.

La tortuga carey tiene una tendencia a estar en zonas arrecifes rocosas: están en cuevas, se alimentan de crustáceos, de esponjas marinas y demás, y es donde también el buzo realiza su labor.

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«Así que hacemos alianza con ellos: les hablamos de tortugas, de cómo manejarlas y de la importancia de que ellos formen parte de esto. La comunidad siempre debe estar representando sus sitios y más cuando se trata de conservación.»

Tortugas adultas viajan de Careyes a Mazatlán o a las Islas Marías o Revillagigedo

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Desde enero de este año a la fecha, la Red ha capturado 50 tortugas carey, explica el biólogo. A cada una se le toma el peso y las medidas, y se les fotografía tanto el rostro como el caparazón para identificarlas individualmente mediante fotoidentificación. Además, a los organismos juveniles se les colocan marcas metálicas en las aletas traseras que contienen un código único:

«Cuando esa tortuga se captura, vemos de qué organismo se trata y obtenemos información sobre su desarrollo y el crecimiento que ha tenido desde que se marcó hasta que se recapturó. O si se captura en otro sitio, nos da información de su desplazamiento.

Las tortugas juveniles suelen moverse en un rango corto, pero los organismos adultos van más alla. Gracias a transmisores satelitales, la Red ha documentado movimiento de tortugas adultas que salen de Careyes o Punta Mita con destino a Mazatlán, o a las islas Marías. Incluso se tiene un registro de una tortuga que nadó hasta las islas de Revillagigedo.

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Este proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Rufford. En el informe de resultados 2024, la Red resalta que gracias al trabajo con los pueblos se logró marcar más de 160 tortugas marinas jóvenes y subadultas y que más del 95 % de las capturas fueron realizadas por pescadores y miembros de la comunidad durante la pesca de ostras, langostas y pulpos.

«Nuestro objetivo es identificar el papel ecológico específico que desempeñan las tortugas carey residentes en el arrecife rocoso frente a la costa sur de Jalisco. Esta zona es un sitio principal para la pesca y el turismo, y constituye el sustento de diversas comunidades del interior. Creemos que el hábitat de arrecifes rocosos y coralinos puede considerarse un hábitat crítico para la alimentación y debería reconocerse como tal para la conservación a largo plazo de la población».

La Red también ha recibido apoyo en espcie del ayuntamiento de La Huerta que les permiten continuar con su labor.
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