Una tortuga prieta mayor de 40 años estuvo cerca de morir intoxicada en la Cruz de Huanacaxtle. Fue auxiliada por voluntarios y miembros de la Red Tortugera A.C.
Las tortugas marinas son una especie que destaca por su resiliencia milenaria. A lo largo de la historia han luchado contra la extinción debido a:
- La caza para consumo de su carne y huevos; o para la elaboración de artesanías con su piel y caparazón.
- La pérdida de espacios de anidación.
- La contaminación por plásticos.
Si bien la marea roja no es un fenómeno nuevo, durante los últimos años se presenta con mayor frecuencia debido al aumento de la temperatura de los océanos y al calentamiento global.
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En febrero pasado, dos veleristas encontraron a una tortuga varada en la marina de la Cruz de Huanacaxtle. Afortunadamente, entre ellos se encontraba una veterinaria así que decidieron auxiliar al ejemplar, narra Catherine Hart, bióloga marina y miembro de la Red Tortugera A.C que también participó en este rescate.
De acuerdo con la investigadora, se trató de una tortuga prieta de más de 40 años y alrededor de 100 kilos, y por la manera en la que se encontró y los síntomas que presentó, sospechan que se trató de un envenenamiento por saxitoxina. «Lo encontraron flotando. Cuando me mandaron el video yo pensé que el animal ya estaba muerto. Estaba muy hinchada, que es otra característica del envenenamiento. Aplicamos antibiótico, antiinflamatorio y después, cuando se nos ocurrió que posiblemente era intoxicación por marea roja, pusimos carbón activado y se salvó»
Aparentemente, la toxicidad de la marea roja se acumuló en las salpas, uno de los alimentos favoritos de las tortugas negras.
«Lo que pasa con la marea roja es que muchas veces las microalgas que la componen y que hacen que se tiña de colores muchas veces tienen lo que llamamos saxitocina, que es cuando la alga tiene un poco de toxicidad que se va moviendo por la cadena alimenticia»
Las mareas pueden durar días, semanas o incluso meses, depende de las corrientes marítimas. Se conoce con este nombre porque la concentración de microalgas tiñen el mar de color rojo o café pero también pueden ser invisibles. Además de tortugas marinas, la toxicidad de estas mareas ha afectado también a delfines y peces, como los que amanecieron muertos en la zona hotelera de Puerto Vallarta en marzo pasado.
“Realmente no hay nada que podemos hacer, no es como que hay un switch para que podemos parar eso. Incluso si mañana paramos todas las emisiones de CO2, se va a seguir calentando el planeta por un buen rato. Entonces sí el mar y el planeta están aumentando su temperatura, podemos esperar más de estos fenómenos”.
Aunque las autoridades locales y las asociaciones empresariales desestiman e intentan invisibilizar este tipo de fenómenos para evitar afectaciones a la economía turística, expertas en el tema como la maestra María del Carmen Cortés Lara opinan que es mejor extremar precauciones y evitar nadar en las playas con presencia de marea roja pues podría generar enfermedades en la piel. Lo ideal también es evitar el consumo de mariscos durante estos episodios.
A las tortugas marinas les gusta mucho comer salpas, por ser alimentos con textura gelatinosa.
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