La Red Rompe El Miedo compartió métodos para hacer frente a la violencia contra periodistas en Puerto Vallarta.
La violencia contra los periodistas es multidimensional y diferente en cada contexto. Por lo que hacer una evaluación de riesgo y crear un protocolo de seguridad es un ejercicio de autoreflexión constante que debe ser sostenido por la comunidad gremial, compartieron integrantes de la Red Rompe El Miedo en el marco del Taller de Seguridad Integral para Periodistas, auspicidado por Artículo 19 en Puerto Vallarta.
Al cubrir procesos electorales, los periodistas se exponen a agresiones físicas y psicológicas, detenciones arbitrarias, bloqueos informativos y ataques digitales. Estos actos pueden ser perpetrados por actores del sector público o privado. Además, las condiciones laborales de los comunicadores suelen ser precarias, lo que eleva su nivel de vulnerabilidad.
Rompe El Miedo nació en 2013 como una plataforma de articulación de medios de comunicación y colectivos de personas defensoras de derechos humanos. Tras monitorear y documentar las agresiones contra la prensa en México durante los procesos electorales de 2015, 2018 y 2021, la Red alerta que «las elecciones se han convertido en una cobertura de riesgo para la prensa en virtud de que partidos políticos, personas candidatas y funcionarias públicas, buscan limitar el flujo informativo e inhibir el debate. Con ello garantizan que la sociedad se mantenga lo menos informada posible y así emita su voto«
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Manifestación en el Malecón de Puerto Vallarta tras el asesinato de la periodista Lourdes Maldonado López en febrero de 2022. En México han sido asesinados 163 comunicadores desde el año 2000, de acuerdo con Artículo 19.
Cómo determinar el riesgo de un periodista y crear un plan de protección
- Analiza el contexto. Es fundamental al momento de elaborar un protocolo pues cada ciudad y entorno sociopolítico tiene sus particularidades. Puedes utilizar el método Pestel y hacerte algunas preguntas ¿Cómo se relacionan tus coberturas con el tema electoral? ¿Qué actores públicos o privados podrían sentirse amenazados por lo que publicas? ¿Quiénes son tus fuentes y cómo sueles acceder a la información? ¿Trabajas para una empresa o eres un periodista independiente? ¿Perteneces a alguna comunidad gremial?
- Haz un mapa de riesgo. Plantea eventos hipotéticos, la probabilidad de que ocurran y cuál sería su impacto en tu integridad y el trabajo informativo que desempeñas. También anota qué acciones podrías tomar ante cada evento y si éstas pueden llevarse a cabo de manera preventiva, durante la agresión o posterior a ella.
- Identifica tu red de apoyo y comunica roles. Tan importante es identificar a los adversarios de tu labor periodística como a tus aliados en caso de agresión. Tu red de apoyo puede estar conformada por familiares, amigos, colegas o cualquier persona de tu confianza. Define quién tiene disposición y capacidad para ayudarte en cada escenario específico, por ejemplo en caso de una detención arbitraria probablemente será más útil contactar a tu amigo abogado, en lugar de a tu pareja. O quizá necesites que alguien te ayude a salir de una manifestación que se tornó violenta o simplemente alguien que esté monitoreando tus trayectos. Finalmente, dales a conocer tu protocolo de seguridad a estas personas y hazle saber el rol que desempeñan.
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En la región de Bahía de Banderas los periodistas se enfrentan a la opacidad gubernamental y a los intereses económicos de los empresarios turísticos. Foto: Ollin Monroy
Según la Red Rompe El Miedo, las personas servidoras públicas son responsables del 20% de agresiones contra la prensa.
Tecnología para hacer frente a la violencia contra periodistas
Durante el evento, The Guardian Project presentó Círculo, una aplicación de código abierto que ofrece a los periodistas comunicación segura y directa con su red de apoyo en momentos de vulnerabilidad e incertidumbre. Círculo aún está en fase de desarrollo por lo que se tomaron en cuenta las experiencias y sugerencias compartidas por los periodistas asistentes al taller.
La jornada de capacitación no estuvo exenta de debates ríspidos sobre la inoperancia de las leyes e instituciones mexicanas encargadas de brindar seguridad a los periodistas; o de la irrelevancia de protocolos personales ante la aplastante violencia sistémica que ejerce el Estado, el crimen organizado y el sistema económico sobre el trabajo informativo. La conclusión fue que cualquier esfuerzo efectivo para proteger a los periodistas debe ir formación de redes comunitarias entre colegas, pues casos recientes han demostrado que la organización y la solidaridad son clave para garantizar la seguridad física de los comunicadores.