¿Cómo hacer periodismo independiente en un mundo donde la información es un producto pero casi nadie quiere pagar por él? ¿Por qué pagar por información si está disponible de manera gratuita en Internet? En resumen, ¿Por qué diantres vale la pena apoyar al periodismo independiente si ya tenemos a las grandes televisoras y periódicos de antaño?
1.- Enriquece el debate público
Aunque en teoría el periodismo debe servir a la comunidad y ser contrapeso del poder político y económico, la realidad es que los medios de comunicación masiva son un recurso de poder en manos de la clase dominante a quien lo último que le conviene es que las personas comunes tengamos acceso a información de calidad que nos permita salir del letargo en que nos han tenido por décadas.
Según este reporte de Cencos y Reporteros Sin Fronteras en México 11 familias controlan más de la mitad de los medios más importantes con las mayores audiencias y, además, reciben la mitad del presupuesto de publicidad oficial.
Partiendo de que las noticias no son un reflejo de la realidad, sino más bien una construcción social, la concentración de poder mediático propicia que una minoría imponga su visión del mundo a la mayoría y manipule la información en función de sus propios intereses. Al apoyar el periodismo independiente contribuyes a que más voces narren un acontecimiento desde diferentes puntos de vista.
92% de los medios México dependen de la publicidad oficial. Y 78% tiene por dueño a un empresario, no a un periodista, es decir, a la cabeza está un negociador profesional. Para obtener un porcentaje de esos recursos (…) los medios deben pactar con su mejor moneda de cambio: la línea editorial».
2.- Nos acerca a la verdad
Habitantes de Boca de Tomatlán se manifiestan contra la construcción de una hidroeléctrica.
Es 2020 y ya sabemos que ni la objetividad ni la verdad universal existen pues la realidad es compleja y tiene múltiples interpretaciones; entonces, la única manera de acercarnos a «la verdad» es a través de información oportuna, completa, plural e imparcial, características difíciles de encontrar en los medios tradicionales cuyas principales fuentes informativas son las instituciones, partidos políticos y cámaras empresariales.
No es que los reporterxs, editorxs, fotógrafxs y demás personal de base no quieran ofrecer una visión plural y profunda de la realidad, es que sus buenas intenciones y reportajes de largo aliento tendrán que sortear primero los obstáculos cotidianos que impone la maquila de notas: nos referimos a las extenuantes jornadas de la nota diaria; algunos tendrán que sacrificar su tiempo libre… si es que no están ocupados con un segundo empleo. La explotación y precarización del trabajo periodístico no es casualidad sino parte fundamental del éxito económico de los grandes conglomerados mediáticos.
Después, la pluralidad informativa deberá enfrentarse a los intereses del medio y sus anunciantes.
3.- La prioridad es la audiencia, no los anunciantes
Protesta ciudadana por la deforestación en el Río Pitillal
El modelo de negocios de los medios de comunicación contemporáneo se basa en los ingresos publicitarios que deben mantenerse y aumentarse a como dé lugar, incluso si esto interfiere con el derecho a la información y a la verdad. De acuerdo con Noam Chomsky y su modelo de propaganda (que explica cómo los medios ocultan y tergiversan la realidad) esta dependencia publicitaria deriva en que, más que noticias e información, los medios vendan a sus audiencias al mejor postor. Así, la calidad y veracidad de la información sale sobrando…
¿Qué otras razones agregarías?
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